Felix Blume – El sonido como materia prima

0 Posted by - 6 abril, 2015 - resonancias
Foto: © Mónica García Rojas

Foto: © Mónica García Rojas

Félix Blume es un sonidista y artista sonoro que radica entre México y Francia.
Tiene un historial basto en trabajo documental y cine que le ha llevado a colaborar con gente como el artista de origen belga Francis Älys.
Su pieza radiofónica ‘Los gritos de México’ fue galardonada en 2015 con el premio Pierre Schaeffer en Francia.
Esta entrevista fue realizada en octubre de 2014 por Fernando Vigueras

De qué forma te aproximaste al estudio del sonido cinematográfico?

Mi pasión por el sonido fue en un principio una pasión por la música. Empecé mis estudios en la carrera de sonido con la idea de hacer sonido para conciertos, trabajar con músicos, teniendo un contacto directo con la música en vivo. Quería trabajar en lo concreto del terreno, a diferencia del trabajo en estudio de grabación.
En Francia, la mayoría de las carreras de sonido son parte de escuelas de audiovisual o de cine, en la cual uno se especializa en lo que más le gusta. Ahí descubrí el trabajo para cine, las técnicas de grabación de sonidos, entre varias otras cosas.
En estos 2 años de estudios, hice varias prácticas en conciertos y festivales, dándome cuenta que la mayoría del trabajo era un trabajo de mudanza de cable y de cajas, con horarios intensos y al final pocas veces un concierto que me gustaba… Muchas veces no era mi estilo de música, y era más que nada música muy comercial, dejando poco espacio a formas mas experimentales y creativas.
Al terminar estos estudios, decidí enfocarme más en el cine, y seguir estudiando sonido para cine… Si no me gustaba, podría siempre regresar a mi idea primera de sonido para conciertos.
Seguí mis estudios en una escuela de Bélgica, INSAS, en la carrera de sonido. Muy pronto ya no dudé de mi interés en la grabación de sonidos para documental y cine, con un primer viaje a Malí para un documental (en el 2005).

Hasta donde entiendo, tuviste una formación musical previa a tu interés por el sonido en el cine. De qué forma incide o interviene este background en tu trabajo profesional?

Creo que muchos sonidistas tuvieron en algún momento algún interés por la música… Sigue siendo una forma común de interesarse en el sonido. De manera un poco rara, al momento de empezar los estudios de sonido, dejé mi práctica como músico (toque las percusiones clásicas durante 10 años en un conservatorio). De alguna manera, mi práctica sonora reemplazó mi práctica musical. Creo q también era una etapa necesaria para no ser un músico frustrado.
Desde hace 2 o 3 años empece a tener un trabajo personal con el sonido, en el cual estoy probablemente buscando alguna musicalidad en los sonidos. Quizás es el resultado de este intercambio música-sonido que hice cuanto tenía 18años.
Me gusta mucho la idea de borrar las fronteras entre música y sonidos, pasar de uno al otro para que la escucha no sea de uno o del otro, para buscar musicalidad en los sonidos de nuestro entornó.

Qué piensas del sonido como material estético?

Cuando empece mi práctica de grabación de sonidos para documental y cine, muy rápidamente creció mi interés por los sonidos, y por los sonidos sin imágenes (se les llama «wildtrack» en inglés). Me puse en búsqueda de material sonoro, primero en relación a los proyectos audiovisuales en los cuales trabajaba, pero también como sonidos en sí, por sus especificaciones, sus características y por su estética.
Veo el sonido como una materia prima, como los colores de un pintor. Puedes buscar colores muy interesantes, resultados de varias mezclas y búsquedas… Y a partir de esta materia, realizar el cuadro. Con los sonidos lo veo parecido, el cuadro final puede ser acompañante de imágenes como es el caso del cine o del video, o puede ser una pieza sonora en sí… los colores son los sonidos grabados.

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Foto: © Mónica García Rojas

Qué posibilidades ofrece el trabajo con sonido desde el contexto cinematográfico?

El sonido en cine, documental o video-arte está muchas veces atrás del trabajo de la imagen. Muchas veces pasa desapercibido, o sólo resalta cuando es malo, por sus errores, pero no se nota cuando está «bien». Creo que viene de la cultura occidental que pasa mayormente por lo visual. Sí enseñas una imagen con un tono verde a una persona, casi todo el mundo va a poder decir: «se ve verde» (dependiendo del nivel del tono, por supuesto), pero si haces escuchar un sonido saturado a alguien, muchos no van a poder describir lo que escuchan…
No es por eso que el sonido no tiene importancia, al contrario… Y cuando los directores entienden eso, muchas posibilidades se abren. Por no ser «notado», el sonido permite influir mucho en las escenas de manera no-consciente, o más sutil. La sensación del espectador es afectada, sin que necesariamente el sé de cuenta. Una escena va a cambiar totalmente si tenemos un sonido de lluvia, de gente pasando o de bosque. La imagen enseña, el sonido permite imaginar lo q no se muestra, lo que está fuera del cuadro… Todo el problema del cine es que muestra las cosas, cuando un libro deja imaginar y soñar. Con el sonido, el cine recupera esta parte de imaginario.

Tu trabajo atiende distintos formatos, entre ellos, el cine de ficción, documentales, video arte, y recientemente trabajas también piezas sonoras con una búsqueda particular. Cómo te desenvuelves en cada uno de estos escenarios?

Creo que lo importante para mi fue siempre buscar desafíos, experimentar, descubrir nuevas formas de trabajo y de creatividad. Empece mi práctica con la grabación de sonido para documentales, y hoy en día sigue siendo la mayor parte de mi trabajo (aunque trabajo cada vez más en proyectos de formatos diversos). Cuando tengo la sensación de «manejar» un formato, del lado técnico y/o del lado creativo, empiezo a tener que buscar en otros formatos nuevos desafíos. Por otra parte, cada proyecto tiene claramente sus intereses y cuestionamientos, trabajando realidades sonoras muy diversas según los lugares y los proyectos. El trabajo en cine de ficción, documentales y video-arte es claramente complementario, y puedo aprender o experimentar cosas en un formato que después aplico a otro.
Mi trabajo sonoro personal es más reciente, y fue una manera de experimentar otros formatos, buscando y descubriendo las posibilidades del arte sonoro, del «field recording» y del arte radiofónico (con todas las variaciones q implica hoy en día con el internet y el trans-media). En esos trabajos puedo realmente experimentar sin límite, y sin obligación de resultados (ya q son trabajos personales). Una gran parte de estas piezas sonoras son también realizadas en base a grabaciones de campo que hice para otros formatos y otros rodajes… Así que d alguna forma, mis trabajos para varios formatos están vinculados.

Puedes hablarnos un poco sobre tu colaboración en el trabajo de Francis Alys?

Descubrí el trabajo sonoro para video-arte con Francis Alys. No conocía su trabajo cuando empecé a trabajar con el (en un rodaje en Marruecos en el 2009), y conocía muy poco el video-arte en general. Cuando empiezo a trabajar con él, descubro unas posibilidades infinitas de trabajar el sonido. Todo se puede volver a cuestionar. El realismo que se busca en un documental, la difusión en estéreo o 5.1 para la mayorías de las pelis y docus… En video-arte se puede pensar en 3, 4 o 15 bocinas, no hay reglas.
Desde 5 años trabajo el sonido en todas las piezas de Francis, y es gracias a el (o por su culpa) que vivo una gran parte del año en México, DF.
Francis no tenía un trabajo tan específico en el sonido, aunque sí tenía ideas precisas. El trabajo con el fue traducir en sonidos sus intenciones, buscar con él los sonidos de cada proyecto. El también insistía en trabajar con una sola persona para la grabación, la edición de sonidos y la mezcla (lo que habitualmente esta hecho por varias personas en cine). Ahí también creo que hay una idea más de materia sonora como materia prima que se va trabajando del principio al final, con una gran posibilidad de creatividad.

Parte de tu trabajo como artista sonoro se desarrolla a través del registro de paisajes sonoros. Tienes alguna poética personal en relación a la idea de paisaje sonoro? Cómo desarrollas estos trabajos?

Me gusta bastante el termino de «paisaje sonoro», viniendo de Murray Schafer con la invención del término «soundscape». Sin embargo, hay discusiones alrededor de la definición de esta palabra. La definición estricta sería un sonido no retocado de un paisaje, de una grabación en un lugar dicho, en un momento dicho.
Me gusta más ver esta idea de paisaje como la de una pintura, que es la interpretación de un paisaje por un pintor, o la imaginación de un paisaje fantástico sin necesidad de realismo. Creo que la relación a lo visual del paisaje es importante también, ya que los paisajes sonoros generan una imagen mental de un espacio.

Empecé mis piezas con formatos cortos que hice y difundí con ArteRadio (en Francia), bajo el nombre de «postales sonoras». Me gusta la idea de un formato corto que uno manda de algún lugar lejano, a la manera de una postal. Con ellos hice unas postales de Tierra de Fuego, de Malí y de Venezuela.
En esas 3 piezas, trabaje con grabaciones que tenía desde hace unos años cuando había grabado en diferentes rodajes de documentales.
En mi último trabajo, enfocado en la Ciudad de México, el proceso de trabajo fue diferente, ya que grabé y busque los sonidos con la idea de esta pieza sonora, desde un principio. Iba trabajando la edición de sonidos en paralelo de la grabación de sonidos.

Tu pieza ‘Los gritos de México’ ofrece una incursión extensa a distintas formas de entender la ciudad a partir de varios de sus personajes cotidianos y sus particulares formas de enunciación a través del grito.
De alguna forma podría leerse también como una crítica social al actual estado de las cosas de este país… podrías hablarnos sobre todo esto?

Cuando vine por primera vez a la Ciudad de México, me quedaba en el taller de Francis, en el centro de la ciudad. Me fascinaron desde un principio los sonidos de las calles, y más que nada de los vendedores ambulantes. Unos de los primeros sonidos que grabe en la ciudad fue una calle con sus vendedores, un silbado anuncia la llegada de la policía, los gritos se tranquilizan un momento y vuelven a empezar otra vez.

Desde entonces guardé esta idea de trabajar esta especificidad de los gritos de la Ciudad de México. Lo veo también como una forma de resistencia al ambiente sonoro de la mayoría de las ciudades occidentales en las cuales los sonidos son muchas veces una mezcla de tráfico cercano o lejano, sin ninguna identidad sonora. Descubrí después la pieza de Janequin «les cris de Paris»: un coro polifónico del renacimiento francés que usa los gritos de la calles como letras del canto. Quise con esta pieza sonora transformar los sonidos del DF en música, y los gritos en un coro. En un momento en el cual la tendencia general está en contra de estos ambulantes y comerciantes informales, me parecía importante darle un homenaje sonoro, la memoria sonora de una época.
Llegue también rápidamente a la idea más general de grito en México, con este análisis que hace Octavio Paz: cuando están alegres, los mexicanos gritan «Viva México», pero para expresar su rabia también gritan «Viva México». Yuxtaponiendo el grito de Peña nieto con los gritos de los manifestantes, la fiesta con la rabia, o los gritos de lucha libre con los golpes en la cerca afuera del Senado… Intento hablar de una forma de la situación social de México, este grito de unión que es una explosión necesaria del carácter «controlado» de los mexicanos.

Que proyectos tienes en puerta?

Sigo difundiendo la pieza «Los gritos de México» (29 minutos); ya se estrenó en varios radios y espacios web en España, Francia, Bélgica, Holanda, Austria, Ingletera etc. Una versión más corta de 17 minutos se estrenará en Arte Radio también (Radio Art Net y Sonospace)
Estuve también trabajando en una pieza basada en vientos (« Los 4 vientos »), grabados en varias partes del continente americano, y que interactúan con varios elementos: postes eléctricos, tubos, cables… Partí de la idea de las arpas eólicas de la mitología que dejaba el dios del viento tocar su música, aplicándolo a las estructuras modernas construidas con otros fines (electricidad, construcciones…) pero q pueden tomar este mismo papel. Este trabajo se presentará con el netlabel Sonic Terrain o una version en « vivo » de ésta pieza en CCD Radio con Audition Records

Por otro lado me invitaron a realizar una emisión para Phaune Radio, en Francia, mezclando voces recolectadas, música y sonidos como un especie de «collage» sonoro. Fue un primer intento para mi, y se presentará durante el mes de Octubre en esta radio.

Estoy desarrollando un proyecto más global alrededor de la idea del grito y del coro en la Ciudad de México, con proyectos de video, de música, así como un proyecto en colaboración con un dibujante y los vendedores de la calle moneda. Espero poder presentar pronto este proyecto completo.
Y por supuesto vienen más ideas de paisajes sonoros, basados en grabaciones q hice en el oeste de EEUU o en Venezuela, entre otras miles de ideas.

***Félix Blume se presentará el próximo domingo 17 de abril de 2016, en el marco de la serie de intervenciones sonoras Resonancias in situ. Museo Universitario del Chopo. 13 hrs, entrada libre.

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