De la misma forma en la que se puede pensar en el ruido como una acumulación de sonidos complejos, el lenguaje se satura, cada palabra es una ruta posible en el intrincado devenir de un tejido fonético, paisaje sonoro de intensidades y densidades que trasladan la escucha a un terreno que toma forma mientras se recorre. La voz traduce espacios, pulsos que se extienden continuamente y se traslapan en el discurrir de un tiempo condensado.
Este esbozo descriptivo surge a partir de revisar el registro de la presentación de Cinthya García Leyva y Eugenio Tiselli, en el marco del ciclo Articulaciones del silencio, la cual tuvo lugar el 31 de octubre de 2015 en el Espacio X del Centro Cultural de España en México.
De manera privilegiada he sido testigo del desarrollo del trabajo de Cinthya García Leyva, cuyos intereses se han concentrado de manera fortuita en la literatura experimental y consecuentemente en distintas derivas de este núcleo que aterriza sin complicaciones en el arte sonoro, las plataformas digitales y un extenso raudal de intersticios que van del arte visual a la escritura y la palabra hablada.
Cinthya presentó una pieza audiovisual en colaboración con el artista multimedia y poeta Eugenio Tisselli, en la que a través de un despliegue de grabaciones, voces y guitarras procesadas, feedbacks y saturaciones visuales, recrearon espacios de tránsitos y densidades diversas.
Tisselli manipulaba un software de programación propia llamado MIDI Poet, desde el cual animaba tipografías y textos en tiempo real, generando una narrativa visual que dialogaba con las capas de sonido que Cinthya García urdía, como si se tratara de una red de sonoridades que intentaban borrar su propio rastro y en el mismo ejercico, saturar la memoria de trayectos y recorridos que daban forma a otros espacios.
Al final de este tránsito visual y sonoro, como una evocación a la naturaleza de su propio impulso creativo, Cinthya dio lectura a un texto de Arnaldo Antunes (Brasil , San Pablo, 1960), que en el mismo impulso de su trayecto fue acumulándose y diluyendo su propia resonancia.
Las cosas tienen peso, masa, volumen, tamaño, tiempo, forma, color, posición, textura, duración, densidad, olor, valor, consistencia, profundidad, contorno, temperatura, función, apariencia, precio, destino, edad, sentido. Las cosas no tienen paz.
Texto: Fernando Vigueras