por Fernando Vigueras
// Uno de los primeros acercamientos que tuve con Nararachi, largometraje documental de Susana Bernal, fue en una de las presentaciones preliminares en el marco del programa Jóvenes Creadores del FONCA (2012/13). En esa ocasión, se exhibían los adelantos de los proyectos apoyados y el trabajo de Susana ya se presentía bastante contundente y entrañable, curiosamente, la presentación que hacía Susana ofrecía distintas secuencias que se percibían como narrativas aleatorias con una fuerte evocación nostálgica que aludía al duelo, pero que dejaba entrever también la vitalidad y la energía de la naturaleza y la condición humana.
Nararachi ofrece un retrato profundo y una poética particular sobre el imaginario de un contexto cultural que resuena y persiste en una realidad social tan compleja y brutal como la que adolece nuestro país.
Aunado a la producción de este documental, el trabajo de Alicia Segovia, (realizadora cinematográfica y sonidista) destaca por varias razones, entre otras, la cualidad con la que desde el plano sonoro, logra dimensionar y proyectar la multiplicidad de voces que se ponen en juego desde la trama de este proyecto.
Nararachi se presentó recientemente como parte de la selección del pasado Festival Internacional de Cine de Morelia.
Para el cierre del tercer ciclo de música improvisada Articulaciones del silencio, invitamos a Susana y a Alicia para que presenten a manera de intervención audiovisual, una exploración a varios de los elementos que conforman Nararachi.
A continuación una breve entrevista con ambas creadoras.
Susana, puedes hablarnos un poco sobre Nararachi, cómo fue el proceso que te llevó a plantearte este trabajo como un largometraje?
SB: El proceso comenzó cuando conocí a Cecilia Dominguez, mujer mestiza raramuri que tiene un matriarcado con 4 hijas y su pareja Serafina, también raramuri. Yo llamo a Cecilia una persona-meteorito, que cuando impacta con tu vida todo se transgrede. Cuando conocí a Cecilia supe que era una mujer fuera de serie, le pedí que me llevara a su pueblo a conocerlo y así fue como me llevó a Nararachi. En ese primer viaje que hicimos a Nararachi, el cual fue una gran aventura, instintivamente llevé una cámara y comencé a grabar, mi intensión inicial no era hacer un largometraje sino momentos, experiencias, sensaciones, pero en cuanto me di cuenta que el material era muy hermoso y que tenía que compartirlo con muchas personas, fue cuando me plantee el proyecto en forma como un largometraje.
Una de las cosas que más me ha interesado de Nararachi es la forma en la que ciertos gestos, paisajes, sonidos y eventos cotidianos van construyendo sus propias tramas y narrativas. Puedes hablarnos un poco de esta forma en la que trabajaste la estructura de la película?
SB: Primero comencé a separar secuencias en el material grabado que para mi son unidades poéticas. Frases que provocaran sentimientos o sensaciones, así fui seleccionándolas del material. Había secuencias contundentes que tenían que estar en la película, pero al no tener un guión, era difícil pensarlas como un conjunto. Trabajé en colaboración con el editor Santiago Torres para encontrar asociaciones libres a manera de rima, que fueran permitiendo la comprensión de las historias posibles hablando sobre la poética cotidiana en la vida de Cecilia y su familia . No existe una narrativa concreta en la película, y esto es lo que más me gusta de ella, que el espectador puede tomar esas unidades y darles significado para construir una narrativa propia.
Alicia, puedes hablarnos un poco de los elementos que conforman la trama sonora de Nararachi?
AS: A grandes rasgos se podrían englobar en tres universos iguales en importancia:
Paisajes sonoros: Todos los sonidos de la naturaleza pero también de lo que no es naturaleza pero sí entorno, tanto el sonido que hace el viento en unas hojas de un árbol como el que produce sobre unas láminas de algún techo.
Voces atemporales: Aquí incluiría todos los diálogos que tienen los personajes a cuadro y fuera de él. Todas estas voces se emitieron en un pasado que siempre es presente al mirar el material y aún así hay momentos donde de lo que nos hablan es de su propio pasado, por ejemplo cuando Cecilia habla de su padre, lo recuerda, lo evoca. Lucrecia Martel dice que una persona se diluye, se deshace en el tiempo y en espacio cuando habla, cuando evoca, en esta película pude darme cuenta claramente de ello y además trabajar con ese material de manera cercana.
Elementos musicales: Lejos de ser un grupo definido es de transición. Aquí bien puede entrar aquel viento sobre hojas y láminas, como un conjunto de voces a la lejanía, campanas, cantos, la musicalidad de algunas voces al hablar, hasta lo más obvio como nuestras intervenciones musicales y las de los personajes dentro de la historia. Es un puente que conecta todo. De hecho el clímax sonoro (por así decirlo) de Nararachi, el documental, se encuentra en un momento donde todos estos elementos componen entre ellos una pieza musical única.
Cómo fue el trabajo de post producción de sonido para el documental?
AS: Fue un proceso sumamente interesante del que aprendí cosas valiosas, principalmente a escuchar y reflexionar sobre lo escuchado una y otra vez. Fue enriquecedor conocer las visiones de Susana Bernal la directora, Fernando Vigueras el músico y Santiago Torres el fotógrafo y editor.
Pueden contarnos sobre el trabajo que presentarán a partir de la propuesta de re-elaboración que realizarán en el marco de la serie Articulaciones del silencio?
SB: El trabajo lo pensamos como una ventana para poder mostrar algunas secuencias o unidades que se quedaron fuera de la edición final, es decir, a manera de «lados B» de la película. El sonido se trabajó sobre esa misma idea y presentaremos una edición que hace una invitación al universo de la película para quienes no la hayan visto, y para quienes la hayan visto quizá sea ahondar más en lo que la película contiene. Creo que es una excelente oportunidad que no muchos cineastas pueden tener, que es mostrar de alguna forma lo que no quedó pero sigue siendo parte del universo y del proceso creativo de la película.
AS: Hicimos un trabajo de desarticulación para después armar algo que tuvo todo un significado nuevo y distinto al anterior. Para mí es principalmente una exploración. Después de haber ya hecho una película que tiene un corte final, una mezcla final, en fin, todos los puntos finales… encontrar aquí una excusa para sumergirme de nuevo en ese mundo me recuerda de lo imperecedero que puede ser algo en nuestra cabeza o en nuestras entrañas. Quitar por un momento ese punto final.
Susana Bernal y Alicia Segovia se presentan hoy, viernes 27 de noviembre de 2015, en el cierre del 3er ciclo de música improvisada Articulaciones del silencio.
La cita es en la Sala Panorama del Centro Cultural de España en México, en punto de las 19hrs. La entrada es libre con cupo limitado.